En América, la migración no es un fenómeno aislado; está profundamente ligada al hambre y a las crisis que enfrentan nuestros pueblos. Como bien lo ha expresado el Presidente Gustavo Petro, América del Sur es una de las regiones del mundo donde, tras la pandemia del COVID-19, se ha logrado reducir significativamente el hambre. Este es un logro del que mi gobierno se siente orgulloso. Sin embargo, en otras partes de nuestro continente, como Centroamérica y el Caribe, el hambre sigue siendo una realidad alarmante, y su causa principal está cada vez más vinculada a la crisis climática.

La crisis climática ha convertido al Caribe y a Suramérica en la segunda región más afectada del mundo. Los fenómenos extremos, como huracanes, sequías e inundaciones, devastan cultivos, destruyen medios de subsistencia y profundizan la inseguridad alimentaria. Pero no solo la naturaleza es responsable: el mayor consumo de petróleo y carbón, impulsado por las economías industrializadas, intensifica esta crisis.

El Presidente Petro ha señalado con claridad que si políticas como las de Estados Unidos promueven el aumento del consumo de petróleo y carbón, la crisis climática se agudizará. Esto, a su vez, generará más hambre, especialmente en Centroamérica y el Caribe, y, por ende, aumentará la migración hacia Estados Unidos. Así como el bloqueo a Venezuela ha sido un factor determinante en el éxodo de su población, una política pro petrolera podría convertirse en otro «boomerang», desencadenando niveles de migración nunca antes vistos.

Frente a esta realidad, el llamado del Presidente Petro es contundente: en lugar de responder con represión, muros y rejas a los migrantes, los países industrializados deben asumir su responsabilidad y reducir drásticamente el consumo de petróleo y carbón. Solo así podremos enfrentar la raíz del problema y construir un futuro más justo y sostenible para todos.

Este escrito, basado en las reflexiones del Presidente Gustavo Petro, nos invita a pensar en la migración no como un problema aislado, sino como el resultado de crisis globales interconectadas que requieren soluciones urgentes y colectivas.

Comparte NdS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *