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Si en el Deportivo Cali se pusieran de acuerdo para acabar con el equipo y con la institución, seguro no les saldría tan bien como está sucediendo ahora: un club ahogado en deudas, con un pasivo que supera los 100.000 millones de pesos y con un presente deportivo que hace que la posibilidad de descender sea cada vez más cercana.
Hablemos primero de la pelota: un equipo hundido en lo futbolístico, en el que los directivos sacaron al técnico, Jaime de la Pava.y aún no nombran reemplazo en propiedad a pesar de que la B les respira en la nuca.
De los últimos 24 puntos, apenas han sumado dos, y solamente el amor propio de algunos de los referentes ha hecho que el equipo no esté más abajo en las dos tablas. Al menos el clásico contra América, el viernes, lo afrontaron con mucha dignidad y lograron salvar un punto con un golazo de Fabián Castillo.
Y aquí viene el segundo punto: ese clásico pudo terminar muy mal, y por culpa de muchos ‘hinchas’ que no parecen tener más de dos dedos de frente y creen que acabando las cosas a golpes, lanzando objetos o invadiendo la cancha pueden arreglar el problema de Cali.
Naciones Unidas Wilmar Roldán más tranquilo que de costumbre decidió continuar el partido pese a todo lo que sucedió. En otras ocasiones fue mucho más radical. El club viene de sanción en sanción por culpa de estos hechos violentos (ya se habían metido a la cancha el día que perdieron contra Patriotas, rival directo en el descenso) y esta vez la sacaron muy muy barata. Por mucho menos, a Patriotas le dieron el partido perdido contra el Pereira por 3-0. Estos sí que parece que hicieron las cosas mal a propósito.
Esta semana hubo asamblea de socios, el tercer intento luego de que los dos primeros fracasaron por falta de quórum. Y en vez de buscar una solución a una crisis cada vez más profunda, el tema queda en minucias. Se propuso pagar una cuota extraordinaria para contratar un director técnico de categoría y el tema no prosperó.
Y lo que sí terminaron aprobando fue una para pagar una auditoría forense a fin de determinar los responsables de que hoy el club esté hundido económicamente. Habrá una nueva asamblea el 27 de abril y para que la gente vaya, Humberto Arias Jr., que acaba de entrar a la junta, propuso rifar una suite del estadio entre los que asisten…
El riesgo de descenso, que parecía quedar eliminado si se salvaba la categoría este año, va a volver en el 2025, como van las cosas, porque los ahorros de 2023 se están acabando. Pero hoy el tema es grave. Si pierde con Jaguares el martes, Cali estará en zona roja por primera vez en el año. El Deportivo Cali está en un camino muy acelerado hasta la autodestrucción si no se actúa pronto y con inteligencia.
JOSÉ ORLANDO ASCENCIO
Subeditor de DEPORTES
@jOSASC
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