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Ganaba cómodo, sufrió más de la cuenta por un cambio errado y al final, Millonarios se volvió a metro de lleno en la carrera por la clasificación, con un triunfo como visitante 2-3 contra Pasto. Aunque hoy está por fuera de los ocho, depende de sí mismo por el calendario.
Millonarios se tomó el partido con toda la seriedad del caso, con la mejor nómina disponible, contando los regresos de Andrés Llinás y Larry Vásquez. Sabía que los resultados del viernes y sábado (el 1-1 en el clásico vallecaucano y el empate de Junior contra Envigado en Barranquilla) lo ponían de nuevo en carrera si ganaba en Pasto.
Era un partido atípico. La unidad móvil que llevaba los equipos del VAR no llegó a Pasto y al central Bismarks Santiago le tocó defenderse a la antigua, con lo que le podría ayudar a sus jueces de línea.
En el comienzo del partido, Millonarios tuvo la pelota, pero no las opciones. Hasta que vino un momento clave, que cambió todo. Primero, Daniel Cataño se perdió solo un gol cantado (tiró la pelota por encima, con la sensación de que había entrado por los golpes en los soportes de la portería).
Y luego, a los 24 minutos, Cataño se resarció del error con un tremendo pase profundo para dejar a Leonardo Castro de cara a la portería. El goleador azul tuvo tiempo de gambetear al portero Marco Espíndola antes de anotar el 0-1. Pasto se quedó reclamando un fuera de juego que no existía.
El gol en contra despertó al Deportivo Pasto y, de la mano de un joven llamado Gustavo Charrupí, con apenas cinco partidos en primera, empezó a llegar ya exigir al arquero Álvaro Montero.
Una acción que se está volviendo sello de la casa, la pelota aérea, le dio a Millonarios el segundo tanto del partido, en el minuto 53, cuando Juan Pablo Vargas remató de cabeza, de espaldas a la portería, luego de un cobro de tiro libre de Daniel Ruiz.
Pasto puso a sufrir a Millonarios durante media hora
Ya Millonarios quería asegurar la ventaja teniendo la pelota y así, el técnico Alberto Gamero sacó a Castro y desbarató la pareja de atacantes para reforzar el medio campo con Juan Carlos Pereira. Pero eso le quitó el control del partido.
Ya Pasto había amenazado con hacer daño por las bandas y el lateral Cristian Mafla recibió un pase profundo de Diego Chávez para luego tirar un centro que aprovechó bien Santiago Tréllez para descontar, a los 21 de la segunda etapa.
Millonarios quedó tambaleando. Gamero sacó a Daniel Cataño tras el 1-2 y metió a Rivaldo Rodríguez. El visitante ya ni veía la pelota. Y Tréllez volvió a anotar para empatar el partido, picando entre Llinás y Alfonzo, para recibir una pelota de Cristian Arrieta, que le pegó mal pensando en hacer gol y le terminó saliendo una asistencia.
El DT azul intentó reacomodar el equipo a ver si podía mantener la pelota de alguna manera, luego del fracaso de la idea de jugar con tres mediocampistas de primera línea. Se fueron Vásquez, Giordana y Alfonzo y entraron Beckham Castro, Sander Navarro y Juan Esteban Carvajal.
Otra vez en una jugada de balón parado, Millonarios encontró la ventaja: tras una serie de rebotes, Vargas tomó un rebote en el área grande y la mandó con rabia al fondo del arco, en el minuto 88, tras en toque hacia atrás de Andrés. Llinás. Los de Millos lo celebraron como un desahogo.
Millonarios llegó a 22 puntos y ahora tiene en sus propias manos la entrada a los ocho, si le gana a Junior el miércoles en Bogotá. Con sufrimiento, los azules ahora dependen de sí mismos.
José Orlando Ascencio
Subeditor de Deportes
@josasc
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