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Aviones de combate israelíes dispararon misiles contra Irán durante un ataque de represalia la madrugada del viernes, dijeron un funcionario occidental y dos funcionarios iraníes, sugiriendo que el ataque incluyó potencia de fuego más avanzada de lo que indicaban los informes iniciales.
No quedó claro de inmediato los tipos de misiles utilizados, desde dónde fueron disparados, si alguno fue interceptado por las defensas de Irán o dónde aterrizaron.
El funcionario occidental y los funcionarios iraníes solicitaron el anonimato para discutir información clasificada.
Anteriormente, funcionarios iraníes dijeron que el ataque del viernes contra una base militar en el centro de Irán fue realizado por pequeños aviones no tripulados, muy probablemente lanzados desde el interior del territorio iraní. Un grupo separado de pequeños drones, dijeron poco después del ataque, fue derribado en la región de Tabriz, aproximadamente a 500 millas al norte de Isfahán.
Israel no se ha atribuido públicamente la responsabilidad del ataque del viernes y no quiso comentar sobre el uso de aviones o misiles.
El ataque de Israel se produjo en respuesta a un ataque iraní el fin de semana pasado en el que Irán disparó cientos de misiles y aviones no tripulados contra Israel. La mayoría de las armas utilizadas en esa salva fueron disparadas desde territorio iraní e interceptadas por Israel y sus aliados antes de causar daños.
Por el contrario, dijeron los funcionarios iraníes, el ejército iraní no detectó nada que ingresara al espacio aéreo iraní el viernes, incluidos drones, misiles y aviones. La agencia estatal de noticias iraní, IRNA, informó que no se produjeron ataques con misiles y que el sistema de defensa aérea de Irán no fue activado.
La decisión de Irán de lanzar su ataque principalmente desde su propio suelo la semana pasada fue percibida por Israel como una escalada en la larga guerra en la sombra entre los países. Los iraníes creen que la gran salva está ayudando a la disuasión. A lo largo de los años de conflicto, los dos países han intercambiado ataques clandestinos, incluidos asesinatos selectivos, ciberataques y ataques convencionales realizados desde y dentro de terceros países.
El ataque de Irán la semana pasada fue provocado por un ataque israelí el 1 de abril, en el que aviones israelíes mataron a varios comandantes de las fuerzas armadas iraníes en Siria.
Al utilizar drones aparentemente lanzados desde el interior del territorio de Irán en lugar del suyo propio, Israel insinuó su voluntad de bajar la temperatura del conflicto y al mismo tiempo demostró su capacidad para realizar ataques que Irán no pudo detectar.
Un funcionario iraní, miembro del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, dijo que aunque el ataque causó pocos daños, la probabilidad de que los drones fueran disparados delante de las narices de Irán envió un mensaje sobre las capacidades de Israel.
Un misil guiado disparado desde un avión de combate no detectado, incluso si aterrizara fuera del territorio iraní, probablemente representaría una amenaza similar.
Los funcionarios de ambos países permanecieron en gran medida en silencio sobre el ataque del viernes, un gesto que parecía destinado a reducir la escalada de un conflicto que algunos temen que pueda convertirse en una guerra regional más amplia. El silencio de Israel sobre el ataque, dijo un funcionario iraní, permitiría a Teherán tratar el ataque como si fuera ataques anteriores comparables y no provocaría una respuesta inmediata.
Mahdi Mohammadi, alto asesor del presidente del Parlamento de Irán, dijo que el ataque limitado de Israel contra Irán demostraba que Irán había logrado su objetivo de disuasión. La negativa de Israel a asumir abiertamente la responsabilidad, afirmó, equivale a una victoria para Irán.
El ataque de Israel, dijo en la aplicación de mensajería Telegram, tenía como objetivo demostrar que tenía la “capacidad de acceder a Irán, pero en la práctica también demostró que ha aceptado que no debe repetir su error de cálculo”.
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