Con el objetivo de innovar y convertir a Colombia en una potencia agrícola la multinacional de fertilizantes, Yara, anunció el despliegue de la fabricación de insumos bajos en carbono en el país, así como también la expansión de su planta de producción.
Miguel Amado, director de innovación de Yara en Latinoamérica, explicó que con una inversión de US$100 millones se está formalizando la producción y expansión que colocarían al país como un jugador de importancia en el mercado de los fertilizantes.
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Anunciaron lanzamientos en Yara, ¿de qué se trata?
Este proceso que estamos haciendo de la introducción de los fertilizantes bajos en carbono, ya es una realidad. Formalizamos ante la opinión pública el lanzamiento oficial de estos insumos que se producirán en el país.
¿Va en línea con el Pacto Verde Europeo?
Históricamente, los fertilizantes bajos en carbono hacen parte del plan global que tiene Yara de descarbonizar toda su producción a nivel mundial, comenzando en Europa, que es su centro de origen y un centro principal de fabricación.
La tecnología que introdujimos en Colombia que nos permite producir estos fertilizantes bajos en carbono es la misma que utilizamos en Europa.
Yara comercializa parte de esta tecnología para otros fabricantes de fertilizantes, por lo que está totalmente alineado con los estándares de la industria europea.
En Colombia hoy se están produciendo fertilizantes de la máxima calidad y estándar ambiental de la Unión Europea.
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¿En cuánto se reduciría la huella de carbono?
A nivel de planta, las estimaciones es que cada año se van a dejar de emitir alrededor de 500.000 toneladas de dióxido de carbono equivalente.
Los fertilizantes que se producen en Cartagena van a tener una huella de carbono 60% menor a lo que tenían habitualmente.
Esto va a generar un impacto de reducir la huella de carbono de los productos agrícolas de una forma muy significativa.
También anunciaron la expansión de la planta de Cartagena…
El proyecto de expansión es otra de las grandes noticias. Va a permitir aumentar la producción en cerca del 30%, lo que equivale a 80.000 toneladas adicionales de fertilizantes.
Este número se sumaría a las 300.000 toneladas existentes de fertilizantes complejos, 120.000 toneladas de nitrato de calcio, nitrato de amonio líquido y otros productos líquidos para industria.
¿Cuánto se invirtió?
Las inversiones totales que estamos haciendo en estos proyectos suman alrededor de US$100 millones, entre los de expansión y descarbonización.
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Es una apuesta importante por llegar desde el nivel global a la agricultura colombiana ya seguir confiando en el país como un sitio estratégico para producir fertilizantes.
¿Fue una inversión de Yara global?
Es una inversión que da Yara Global con esos recursos para que Yara Colombia pueda hacer este proyecto de descarbonización y expansión.
¿Cómo están haciendo el uso de gas para los insumos?
Somos el único fabricante de amoníaco en Colombia. Eso quiere decir que como fabricamos amoníaco utilizamos gas natural para la producción de fertilizantes en el país. Son las características más importantes que explican porque somos un productor local de fertilizantes.
¿Tiene alianzas con productores de gas de la costa?
El gas natural nos lo proveemos desde diferentes agentes en el mercado local. Somos un gran consumidor industrial, pero recibimos el hidrocarburo a través de los proveedores de gas natural colombianos.
¿Continúan las importaciones de materias primas?
Lo que estamos haciendo es una apuesta para seguir aumentando la capacidad de producción de Yara en Colombia, lo que se termina traduciendo en una mayor capacidad del país para producir fertilizantes.
Eso no quiere decir que se sustituya al 100% las importaciones de fertilizantes, porque una gran parte del mercado colombiano sigue limitada a vender productos importados, pero la apuesta es cada vez aumentar más la producción nacional para que se disminuya la dependencia de las importaciones y contribuir mucho más a la soberanía alimentaria del país.
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¿Cómo participaría Colombia respecto a América Latina?
En términos de sistemas de producción, excepto Brasil, Colombia es el único país de América Latina donde tenemos plantas de fabricación de fertilizantes donde producimos amoniacos a partir de gas natural local.
Cuando comparamos Colombia con otros mercados tenemos una competitiva, no solamente en el sistema de ventaja de Yara, sino que también estamos introduciendo fertilizantes hechos en el país, pero con baja huella de carbono.
Esto realmente es un refuerzo a la seguridad alimentaria colombiana, pero también se abre una posibilidad de posicionar a al país cada vez más como una potencia agrícola baja en carbono.
¿Transitarán a los bioinsumos?
Probablemente. Son líneas que se están analizando e investigando, pero hoy nuestro foco principal está en los fertilizantes minerales bajos en carbono.
Esas son las apuestas más importantes y que tienen los mayores beneficios a corto y mediano plazo para el futuro agrícola.
DIANA K. RODRÍGUEZ T.
Periodista de Portafolio