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El trato tranquilo y no agresivo de la comunidad hacia los tres suboficiales y 33 solados del Comando Específico de Oriente que mantuvieron retenidos durante 24 horas, en la vereda Alto Caño Cafre, de Vista Hermosa, en el Meta, permite concluir que esa acción la adelantaron contra su voluntad y lo hicieron presionados por las disidencias de las Farc.
La secretaria de Gobierno del Meta, Andrea Lizcano, contó que el incidente se presentó desde el viernes hacia las dos y treinta de la tarde cuando seis funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía se retiraron del lugar en un helicóptero, el mismo en que había arribado.
La comisión judicial realizó un allanamiento, en el que reconoció evidencias de la gran deforestación que se presentan en el sector, acompañada por el pelotón de uniformados que cumplen su labor de control patrullando el territorio.
Una vez tomó vuelo el helicóptero la comunidad, unas 60 personas rodearon a los uniformados y no les permitieron movilizarse del lugar y exigieron la presencia de las autoridades.
El comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Omegageneral Carlos Marmolejo, expresó que “nosotros como fuerzas militares no cometimos ninguna irregularidad, lamentablemente la mayoría de ellos son instrumentalizados y con el poder de las disidencias salen perjudicados”.
Hasta la vereda Alto Caño Cafre se desplazó esa tarde el alcalde de Vista Hermosa, Juan Andrés Gómez López, pero la comunidad no quiso acceder a dejar en libertad a los uniformados y reclamó mayor presencia institucional, de una delegación del gobierno departamental, de organismos internacionales. y de derechos humanos.
El general Marmolejo aseguró que el comandante del pelotón manejó bien la situación, y los soldados estuvieron muy tranquilos y esperando que la labor de la comisión humanitaria surtiera buenos efectos.
“Allá encontramos una comunidad muy respetuosa con la fuerza pública, los uniformados estaban ubicados en una mata de monte, rodeados en algunos puntos por la comunidad, que nos los dejaban desplazarse, pero que incluso les ofrecían alimentos”, contó Lizcano.
La comunidad hizo solicitudes al Gobierno nacional, entre otras, una verificación del cese al fuego por municipio, donde la comunidad tenga participación. Así mismo, una mesa que existe en el orden nacional con Parques Nacionales, los líderes de los campesinos y la Fiscalía sobre el tema de la deforestación.
El general Marmolejo reconoce que “el trato a los soldados fue bueno”, pero fue enfático señalando que “eso no se puede llamar retención, si yo retengo a una persona que se llama secuestro simple”.
Nelson Ardila
Especial para EL TIEMPO
villavicencio
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