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Contra todos los pronósticos de los fatalistas, que imaginaban un futuro como el de la novela. Fahrenheit 451en el que solo unos cuantos serán guardianes de los libros, estos tiempos difíciles –de pandemias y de guerras y de economías frágiles– han animado a más y más personas a refugiarse en la lectura.
La llama de la cultura continúa flameando. A pesar de las dificultades, siguen apareciendo librerías combativas en las principales ciudades colombianas. A pesar de los teléfonos inteligentes y de las plataformas de películas, crecen por minuto los clubes de lectura, las cifras de lectores del país y las ventas de las editoriales que apuestan por los autores de aquí.
La edición número 36 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, que empieza hoy y termina el jueves 2 de mayo, es la gran demostración de que el ejercicio de leer está en pie y que cada vez es más fuerte.
El compromiso de la delegación de Brasil, encabezada por el presidente
Luiz Inácio Lula da Silva, ha dado a esta edición todavía más fuerza.
La Filbo ha tenido, desde hace décadas ya, una firme vocación a ser un festival de todos: de lectores, de escritores, de editores, de periodistas culturales, de académicos, de agentes literarios, de libreros. Gracias a una serie de directores excelentes y de programadores estupendos, que han dado continuidad a un espíritu que en verdad reúne, es desde hace años un evento que no para de crecer.
Mientras sucede la Feria, ni en los salones de Corferias, ni en las librerías ni en las bibliotecas de la ciudad cabe un alma más, detrás de sus autores y de sus géneros favoritos, y, sin embargo, cada año aumentan los números de ventas. y de asistencia.
La edición de este año, que tiene a Brasil como país invitado de honor, promete ensanchar las emociones de siempre: desde la exhibición de las novedades editoriales hasta una programación encabezada por autores de la estatura de Irene Vallejo, Pablo D’Ors, Rosa Montero. , Santiago Posteguillo, Eduardo Sacheri y Satoshi Kitamura. Vallejo, de viaje por el país esta semana, ha sabido encarnar la reivindicación del libro y de sus mundos en estos años exigentes.
La aparición de la novela inédita de Gabriel García Márquez, En agosto nos vemos, diez años después de su muerte, ha revivido la emoción de dar con el trabajo nuevo de un autor cercano al corazón. Y el compromiso de la delegación de Brasil, encabezada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, ha dado a esta edición de la Filbo todavía más energía, más fuerza.
Tres cifras dejan claro el retrato del gran evento de 2024: 2.000 encuentros culturales, 120 presentaciones en varias ciudades de Colombia y 500 invitados nacionales e internacionales de 25 países. El tema central tan bien elegido, “Lee la naturaleza”, nos pone al tanto del asunto fundamental de estos días: la conciencia de la Tierra que habitamos. Pero quizás sea el lema de la aplicación que puede bajar a los teléfonos, ‘Filbo en tus manos’, el mejor resumen de lo que logra la Feria –tumultuosa y alegre– para todos los que la están esperando: la sensación de que es nuestra y podemos contar con ella como uno de esos lugares seguros en los que podemos renovar las esperanzas.
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