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SEÑOR DIRECTOR:
Los últimos gobiernos en Colombia nunca vieron con buenos ojos la educación pública superior y, en particular, no han sabido valorar a la Universidad Nacional.
Mientras han podido, han congelado o reducido su presupuesto de funcionamiento e inversión, han tratado de socavar su autonomía, han menospreciado a sus egresados y se han desentendido de su investigación. Aun así, la Universidad Nacional ha soportado esta persecución, ha logrado mantener su autonomía y se ha sostenido como la mejor universidad de Colombia. Lo que no han logrado los gobiernos anteriores, ahora trata de hacerlo el actual. Es por lo que, en forma acelerada, atentando contra su autonomía y tratando de convertir la Universidad Nacional en un centro populista mediante el cual el Gobierno pueda adelantar su proyecto de convocar una asamblea constituyente de la educación superior, el Presidente y la ministra de Educación. tratan de desconocer el acuerdo mediante el cual el Consejo Superior de la universidad nombró un nuevo rector. Ojalá la justicia impere y evite el atentado del Gobierno y de algunos profesores y estudiantes contra la Universidad Nacional.
Diego López Arango
Exrrector de la Universidad Nacional
Cuidar el turismo
Con la noticia de la turista mexicana que fue timada en Cartagena al cambiarle 100 dólares por solo 40,000 pesos, lamentablemente se opacan las calidades de nuestro país en materia turística.
Por ello, siendo el turismo una de las posibilidades de crecimiento económico de nuestro país, es imprescindible que además de las políticas de Estado, se haga un trabajo profundo con los diferentes actores que intervienen en la prestación de servicios y existe presencia cierta y disuasoria de las autoridades para que estos hechos no sigan siendo esa anécdota negativa que se llevan los turistas, producto de unos pocos avivatos.
Mauricio Gómez Álvarez
Jóvenes por la paz
Si. Sí hay jóvenes con, por y para la paz. Jóvenes que no ocultan sus rostros porque la verdad y la justicia no necesitan esconderse ni camuflarse. Jóvenes sin papas bomba, piedras, destrucción, odio, armas, bloqueos, incendios… porque sus únicas “armas” son los argumentos, la madurez de sus peticiones justas y pacíficas. Jóvenes que no necesitan ni emplear la violencia como “diálogo”. Sí hay jóvenes capaces de proponer diálogos racionales. Jóvenes que proponen y esperan respuestas con acciones concretas. Los jóvenes que vimos y escuchamos esta semana nos abrieron una hendijita por la que se coló la esperanza de tener algún día, y ojalá esté cerca, una honesta, fresca y pacífica paz viva en democracia para este país cansado de todas las formas de violencia.
Ilse Bartels L.
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