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En menos de cuatro meses, algunos de los funcionarios de la alcaldía de Cali han presentado su renuncia. Se habla de siete de ellas, que incluyen a quien estaba como subsecretario de Movilidad de la ciudad ya quien fue secretaría de Bienestar Social hasta abril pasado, Ana Carolina Quijano.
En la misiva también se lee: «Los retos que plantea la ciudad y el Plan de Desarrollo próximo a presentarse al Concejo y a los caleños conllevan a recomponer el equipo de trabajo de la Administración distrital para lograr una mejor Cali para los ciudadanos. Le deseamos al exsubsecretario éxitos en sus proyectos profesionales y personales y le agradecemos su desempeño con esta Administración».
Anterior a esta renuncia, Ana Carolina Quijano presentó la suya a partir del 8 de abril de este año, en medio de críticas de concejales de la capital del Valle por programas sociales que han tenido tropiezos, como el de los 762 comedores comunitarios para entregar 62.085 raciones diarias.
Esta iniciativa no arrancó a comienzos del año. En ese entonces, la exsecretaria Quijano dijo: «Del balance que nos entregó la administración pasada, de 762 comedores realmente están operando 492, porque 270, de acuerdo al análisis que hizo la Arquidiócesis y que hizo nuestro equipo de trabajo, no están operando. Eso significa que tenemos que mejorar este proceso», señaló la secretaria Ana Carolina Quijano».
Según la dependencia en ese momento, estos 270 comedores tenían algún inconveniente para la correcta ejecución ya sea por salubridad, infraestructura o porque no se están cumpliendo con el mínimo de raciones a entrega.
Luego de estas aseveraciones, la exsecretaria de Bienestar Social María Fernanda Penilla publicó un comunicado en el que respondió los cuestionamientos de la nueva administración, indicando que «es lamentable observar consideraciones ligeras».
«Cuestionan la mano de obra denodada de más de 2.600 gestoras de comedores, casi todas mujeres que le prestan un servicio a la comunidad en el territorio, una entidad como la Arquidiócesis de Cali que aporta una contrapartida importante en el contrato ya una administración que con voluntad política decidida prácticamente duplicó la capacidad de atención a la comunidad (de 400 comedores iniciales a 762), dada la necesidad apremiante de luchar contra el hambre», iniciaba el texto.
Tras la salida de Quijano, el alcalde Eder hizo un movimiento interno. Quien venía desempeñándose como subsecretaria de Territorios de Inclusión y Oportunidades en la misma secretaría de Bienestar Social del distrito. Es así que en Bienestar social hubo dos reajustes para ocupar el cargo de la secretaría y de la subsecretaria respectiva.
Esa subsecretaria de Territorios de Inclusión era María Isabel Barón, que fue ascendida como titular de Bienestar Social por lo que su cargo tuvo un nuevo nombramiento.
Asimismo, se conoció que la subdirectora de Doctrina y Asuntos Normativos de Cali, Guadalupe Guerrero, estaba movida. Presentó su renuncia para ocupar el cargo de secretaría general de las Empresas Municipales de Cali (Emcali). Pero a diferencia de Guerrero y Barón, al parecer, García no habría sido reasignado a otra función dentro de la misma alcaldía de Eder.
El concejal Roberto Ortiz, quien con otros cabildantes venían cuestionando, por ejemplo, la gestión de la exsecretaria Quijano, dijo que teme una inestabilidad de la Administración, cuando la corporación se alista para analizar el Plan de Desarrollo de Cali.
“Algunos de los que renunciaron tenían responsabilidades en programas estratégicos en lo social y en la movilidad. El alcalde nos debe una explicación”, dijo Ortiz.
CALI
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