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Hoy, fiesta mundial del trabajo, las miradas del país estarán sobre Bogotá porque el Presidente pidió a los organizadores que le permitieran la tarima y sus micrófonos para hablarle al pueblo. No le dieron gusto, pero él anunció que así se disgustará marchará con el pueblo.

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Un enojado jefe sindical declaró radialmente: “El presidente Petro quiere adueñarse de nuestra fiesta para sacarse el clavo por la marcha anti-Gobierno de hace 10 días”. ¿Las marchas de hoy serán marchas obreras o marchas del petrismo? Lo sabremos al mediodía.

Petro devaluó a 250.000 marchantes las manifestaciones contra su gobierno del pasado domingo. ¿Ya corrigió esa pifia? No. ¿Petro buscó el paraguas de una marcha ajena? Sí, porque serios analistas sostienen que la oposición hoy es la dueña de las calles y las plazas. Punto.

El titular de esta columna, ‘Líos para la mujer del Presidente’, no apunta a la primera dama Verónica Alcocer, apunta a la española Begoña Gómez, legítima esposa del presidente Pedro Sánchez, acusada hoy de “tráfico de influencias” para una poderosa empresa aéreo. Eso enfureció a su marido, Pedro Sánchez, que lanzó un anuncio perverso: que estaba pensando en renunciar porque le insultaron a su amada Begoña Gómez. Extra: pasaron cinco días y habló el socialista Pedro Sánchez en televisión: “No renuncio y enfrentaré a los reaccionarios de la derecha y al periodismo enemigo”.

Ayer, varios diarios europeos calificaron al socialista Sánchez de ser un presidente payaso, teatrero, pillo-tramposo y marrullero. Muchas censuras, pero seguirán en el poder entregándole Barcelona y Cataluña a tres partidos catalanes demagogos y antiespañoles. Punto.

Ayer sufrió un corrientazo cerebral escuchando en la emisora ​​Doble U a don Sneyder Pinilla, muy enredado en el escándalo de los camiones comprados con sucios sobreprecios para La Guajira. Dijo que en ese raponazo hubo tajada millonaria para varios senadores, un ministro y altos funcionarios. ¿Quién hijo? Sneyder Pinilla amenazó contarlo, y muchos notblones quedaron nerviosos buscando abogado. Punto.

Hoy en Bogotá iré a la plaza de Bolívar a ver la marcha obrera para ver sus verdades. ¿Será petrista o será obrera, o miti-miti? Escuché radialmente que anoche llegaron a Bogotá dos mil indígenas en autobuses caucanos, el “poder indígena en acción”. Mi pareja, Lulita Arango, les dirá: “Bienvenidos”. ¿Será que le permitirá al presidente Petro la tarima y los micrófonos? Al mediodía lo sabremos. Y colorín colorao…



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