La huella que dejamos – Columna de Ana Fernanda Maiguashca

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Por muchos meses sólo tuvimos una idea y un título grandilocuente. Hasta que, en 2020, en plena pandemia, salimos al aire por primera vez. La idea se consolidó y el pasado 7 de mayo tuvimos la cuarta edición de nuestra Cumbre.

Llegué un poco tarde porque tenía un compromiso previo así que el evento ya estaba en plena marcha. El auditorio lleno de estudiantes, panelistas recibiendo aplausos bullosos, un área de patrocinios llena de logos, puestos de comida y mensajes importantes. Al terminar el recorrido ya había aparecido mi llanto, la emoción. Lo que empezó como un evento virtual, al que le apostaron unos primeros valientes (gracias, gracias), ahora era un evento presencial, lleno a tope, con todos los detalles cuidados y mensajes poderosos retumbando entre un auditorio que aplaudía como si estuviera en un concierto.

Quizás para muchos esto no sea elocuente, pero para nosotras en Women in Connection, es una evolución importante. Es la historia de nuestro emprendimiento, como aquellos de los que nos contaron varios de nuestros fantásticos panelistas. es
nuestro emprendimiento para hacer que se piense en los sesgos de género en muchos espacios; para retomar el equilibrio que tenemos hoy en las posiciones de liderazgo, para retomar el rol que se les impone a muchos hombres y obligarnos a pensar en la inclusión. Es nuestra forma de elevar la conciencia respecto de la equidad de género.

Los jóvenes que estuvieron en la Cumbre escucharon gran cantidad de mensajes que de una u otra manera los llevan a pensar en su individualidad y su poder. Les habló una influencer que decidió usar su voz para enseñarnos a todos sobre el reciclaje, elevando la dignidad de un oficio que nos ayuda a conservar nuestro planeta, desafiando prejuicios y explotando la creatividad. Les contaron sobre diversos emprendimientos y sus aprendizajes. Les habló también una mujer a quien le dijo en muchas formas que NO, y decidió redefinirlo como el acrónimo de Nuevas Oportunidades. Los invitaron a tener un discurso. A no hacer caso, pero sí tener disciplina. A vivir llenos de curiosidad, dispuestos a aprender, ya sintiéndonos orgullosos de su patria; a crear sus propias identidades y también nuevos productos, nuevas empresas. Les hablaron de alta tecnología y de máquinas de coser; de ciencias y de oficios.

Durante cinco horas, llevados por la tremenda energía de las genios que se entregaron a ser las anfitrionas de esta Cumbre, los jóvenes y no tan jóvenes presentes, los que se conectaron y los que se conectarán después, y ustedes, a quienes quizás los pique. la curiosidad, pensaron (pensarán) en diferentes formas de desafiar prejuicios, miedos y barreras que nos impiden ser la mejor versión de nosotros mismos. De eso se trata nuestra historia de equidad.

Los dejo con una de las frases que nos regaló nuestro altavoz de cierre: no somos lo que hacemos ni lo que pensamos, tan sólo somos la huella que dejamos. Ojalá muchos más se nos sumen para que nuestra huella sea la de una sociedad más justa, más libre.
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​*Miembro de la Junta Directiva de Mujeres en Conexión​